Este pasado sábado jugué el «Premio Mensual» que se disputó en el campo de golf de Somosaguas. Salía en el primer tiro (9 de la mañana) y por el hoyo 7. El frío era bastante intenso, pero no corría ni una brizna de aire y la noche anterior no heló. Esto, unido al buen estado general del campo, hacía que se diesen las condiciones que mejor me vienen para jugar al golf.
El día pronto se me puso de cara con un par en el hoyo 8, mi segundo hoyo del día. No obstante, poco después llegaron los primeros problemas. Era el hoyo 10 y el golpe de salida fue abriéndose poco a poco a la derecha para acabar rozando en las ramas de un árbol y terminar cayendo entre medias de los pinos. En ese momento vi dos opciones claras para el segundo golpe: la fácil era tirar hacia el centro de la calle sin avanzar ni un metro en dirección al hoyo. Y la, poco menos que imposible, era tirar hacia adelante metiendo la bola entre los troncos de los seis o siete pinos que había entre mi bola y el hoyo.
Sopesé la primera opción, pero suponía perder un golpe y dejar la bola en el rough a unos 180 ó 190 metros del hoyo, pues ni siquiera había hecho la distancia suficiente como para llegar a la calle.
También se me vinieron a la mente golpes imposibles que ves hacer a los golfistas profesionales por la televisión, y como había hecho los tres primeros hoyos buenos, decidí intentar el golpe entre los pinos. Error. Por poco, pero error. Cuando la bola parecía que iba sortear todos los troncos e iba a llegar a la calle, pegó en la base del último árbol y se fue a la derecha para acabar cayendo al lado de la valla. Ya sí que no pude hacer nada por salvar el hoyo, por lo que anoté la primera raya del día en la tarjeta.
Conseguí avanzar en la vuelta perdiendo únicamente un punto en el hoyo 13 (par 3) hasta que llegué al hoyo 15 (el final de mis primeros nueve hoyos) en el que no pude salvar ningún punto. Segunda raya del día, y a la postre, última.
Después de nueve hoyos llevaba solo 15 puntos stableford, y sin embargo, las sensaciones no eran malas, a pesar del mal sabor de boca de ese último hoyo. Quizás fuese porque estaba pateando bastante bien. Apenas, dos tri-pateos en los nueve primeros hoyos.
Comencé mi segunda vuelta en el hoyo 16, par 3, especialmente largo ese día, pues las barras de salida estaban a la altura de las barras blancas. En vista de la distancia, decidí salir con el driver, pues sabía que con el híbrido no llegaría al green. El golpe no parecía malo. Un poco a la izquierda, pero abriendo a la derecha por lo que parecía que acabaría en el green. De repente, la pelota bota y apenas se mueve un par de metros. No podía creerme que con el driver tampoco hubiese llegado a green. Por suerte, en ese hoyo tengo dos puntos, y conseguí terminarlo con aproach y dos putts, así que finalmente, recuperé uno de los tres puntos que llevaba perdidos en la primera vuelta.
Dos hoyos después, en el 18, empezó lo mejor del día. Después de fallar el segundo golpe con el híbrido, llegué a green de 4. Tenía un putt de unos siete metros para par, y ¡dentro!
En el siguiente hoyo, el uno, me quedé, de dos golpes, por detrás del bunker que hay a la izquierda del green a unos 20 metros de la bandera. Abrí la cara del palo, me puse la bola a la altura del pie derecho, pensando que era lo correcto, pegué a la bola y ésta sobrevoló el bunker. Botó a un metro de la bandera y se quedó a unos 40 centímetros del hoyo. Con un putt, conseguí el tercer par del día, segundo consecutivo.
En el hoyo 4, par 3, dejé la bola a poco más de dos metros de la bandera para birdie. No pude embocar, pero al menos conseguí mi cuarto par del día. Ya había recuperado los tres puntos que había perdido en los primeros nueve hoyos y hasta dos más.
Quedaban dos hoyos y llevaba 34 puntos stableford.
En el hoyo 5, hándicap 1 del campo, el putt de par pasó rozando el hoyo. De haberlo metido, hubiese llevado 38 puntos a falta de un hoyo. Al menos el putt de vuelta conseguí embocarlo.
En el último hoyo del día, solo pude hacer un doble-bogey, y con ello conseguir un punto más.
Al final, 38 puntos stableford por segundo torneo consecutivo y bajada de hándicap hasta 23,2. Mi hándicap más bajo de siempre.
El próximo torneo al que tengo intención de apuntarme es el «Torneo de Invierno» que se celebrará en el Olivar de la Hinojosa el próximo 21 de febrero.