El pasado sábado jugué el Torneo de Verano que se disputó en el Club de Golf Olivar de la Hinojosa y, por enésima vez en los últimos torneos, llegué al hoyo 18 con opciones de hacer un buen resultado. Y, por enésima vez, lo que obtuve fue una raya en mi tarjeta y quedarme con un sabor agridulce.
Normalmente este campo se me hace largo y los tres últimos hoyos suelo dar un bajón increíble en mis resultados, pero esta vez, a pesar del calor, salvé los hoyos 16 y 17, y el hundimiento fue, únicamente en el último hoyo.
Como decía, el calor fue muy intenso como corresponde al mes de julio en Madrid, y eso que por algunos minutos llegó a nublarse e incluso cayeron algunas gotas dispersas. Aunque, por otro lado, luego me enteré de que a pocos kilómetros de distancia, la tormenta había sido considerable, por lo que, en realidad, fuimos afortunados con el tiempo durante el torneo.
El campo se encontraba en muy buenas condiciones como suele ser habitual. Me gustó especialmente que estuvieran bastante peladas las zonas de rough más alejadas de la calle, porque siempre hago alguna visita por esas zonas y me fastidia mucho no ser capaz de encontrar una bola que, seguro, no está fuera de límites.
También me llamó la atención la zona de rough alto más pegada a la calle. Me pareció complicado jugar desde ahí (como debe ser) y no como en otros campos en los que jugar desde el rough es casi igual que jugar desde la calle.
Algo un tanto incomprensible es el tema de las salidas. Teniendo en cuenta que estamos en julio, me parecería más lógico que la salida fuese a tiro, en vez de por orden de hándicap. Supongo que lo harán para poder meter a más jugadores en el torneo, pero estar jugando hasta las 16h o las 17h es realmente duro.
Por mi parte, tenía la salida a las 10:30, que no era muy tarde y tampoco tuve que madrugar mucho, así es que no tengo mucha queja.
Un hecho que se está repitiendo últimamente cada vez que juego en este campo, es el buen resultado que obtengo en el hoyo 1 y a veces también en los hoyos 2 y 3. Luego, dependiendo del día, el hoyo 5 se me suele dar mal, y entro en barrena, excepto por algún hoyo que voy salvando, hasta que se acaba la primera vuelta.
En esta ocasión, comencé igual de bien, con un par en el hoyo 1, que me reportó 4 puntos stableford. Sin embargo, un doble-bogey en el hoyo 2 (y gracias) y una raya en el hoyo 3, después de una buena salida, me hizo empezar a temer lo peor.
Y todavía más, tras el globo que pegué en la salida del hoyo 4 y el segundo golpe, más bien regular. Sin embargo, el approach y el putt siguientes iban a marcar la tendencia del día.
Por suerte para mí, tanto el approach, como el putt y las salidas de búnker fueron, generalmente, entre buenas y muy buenas, lo que me permitió hacer un montón de bogeys y un par de pares más, además del que ya había hecho en el hoyo 1.
Buenos ejemplos de grandes approach y, o putts los cuento en todos los hoyos desde el 4 hasta el 9, lo que me permitió sacar bogey en todos ellos, excepto en el hoyo 8, que hice par.
Así las cosas, acabé la primera vuelta con 20 puntos stableford y solo 15 putts.
Comencé la segunda vuelta igual de mal con el driver, pero esta vez, la cercanía del agua alrededor del green del hoyo 10, me hizo tirar dos bolas al lago y eso que la primera no se salvó por un metro escaso. Y segunda raya del día en mi tarjeta.
En el hoyo 11 (par 3 de unos 185 metros) hice la primera gran salvada desde el bunker, con la que dejé la bola a menos de 30 centímetros de la bandera y conseguí el tercer par del día.
El hoyo 12 (par 5) se me dio bastante mal, incluso pensando que podía haber perdido la bola tras el golpe de salida, pero con un doble-bogey salvé un punto en la tarjeta.
Desde el hoyo 13 al 17 volvieron los grandes approachs y las buenas sacadas de búnker, con especial mención a la sacada desde el búnker del hoyo 17, en la que pegué en el mástil de la bandera y la bola estuvo a punto de colarse en el hoyo.
Además, fui capaz de darme cuenta de que algunos de mis problemas con el driver se podían estar debiendo a la altura del tee. Lo bajé un poco y me salieron dos o tres drivers rectos y a la calle.
Todo esto me permitió acabar con bogey los cinco hoyos que van del 13 al 17 y llegar al hoyo 18 con 35 puntos stableford.
Esto significaba que con un bogey alcanzaría los 37 puntos y con un par los 38 y una soñada bajada de hándicap interesante.
La salida con el driver parecía buena, recta y por la izquierda de la calle. Hasta que a mitad de camino, la bola se empezó a abrir hacia la derecha e incomprensiblemente acabó en el lago. La busqué sin esperanza y al final tuve que resignarme a dropar otra bola, que también tiré al agua y con ella mi posible bajada de hándicap.
Al final me quedé con los 35 puntos stableford y mi hándicap en 20,5.
No sé si volveré a jugar antes de irme de vacaciones o si ya lo dejaré para el 31 de agosto, fecha que tengo marcada en el calendario pues se disputa la última prueba del World Amateur Golfers Championship en Golf Valdeluz y tengo muchas ganas de apuntarme.