El pasado domingo jugué uno de los Campeonatos que organiza la Federación de Golf de Madrid y que, esta vez, se disputó en el campo de golf Olivar de la Hinojosa.
El día, climatológicamente hablando, fue estupendo, con una temperatura agradable, ni caluroso, ni frío y en el que corría una ligera brisa de vez en cuando, que para nada molestaba a la práctica del golf.
El campo se encontraba en perfectas condiciones y, para ser honesto, hacía tiempo que no disfrutaba tanto de un día de golf. Al menos esto fue así durante los primeros nueve hoyos, porque a partir de ahí, el ansia competitiva, el ver que iba bastante bien y que era factible un buen resultado para variar, unido al cansancio físico, pero sobre todo mental, hizo que los últimos hoyos no fuesen tan maravillosos como al principio.
La salida del torneo era por orden de hándicap, por lo que todos empezamos por el hoyo 1.
Comencé el torneo de manera inmejorable con par en los hoyos 1 y 3. Además,haciéndolo como dictan los cánones, dos golpes para llegar a green y dos putts para acabar el hoyo.
Los primeros problemas llegaron con sendos triple-bogey en los hoyos 6 y 7,aunque conseguí arreglar la vuelta con un bogey en el hoyo 9 (hándicap 1 del campo) en el que tengo dos puntos.
Así terminé la primera vuelta con 48 golpes y 18 puntos stableford.
La segunda vuelta no le empecé con buen pie y me anoté la segunda raya del torneo.
Sin embargo, lo arreglé con cuatro bogeys seguidos y un par en el hoyo 15, con tan solo seis putts en cinco hoyos.
Estos resultados me permitieron obtener 12 puntos stableford más, para un total de 30 puntos en 15 hoyos, es decir, que iba al par del campo según mi hándicap.
Todo hay que decirlo, solo había cogido dos calles en esos 15 hoyos, que fueron las de los dos pares que conseguí en los hoyos 1 y 3. El resto de golpes con el driver habían salido indistintamente a derecha o izquierda sin que supiera lo que estaba haciendo mal.
Y creo que el darme cuenta de que no había manera de tirar recto, se me fue metiendo en la cabeza con nefastos resultados, pues acabé el torneo con tres rayas dolorosísimas en los tres últimos hoyos. Y con ello se fue al traste el disfrute y sobre todo el resultado en un torneo en el que, después de 15 hoyos,estaba con las posibilidades intactas de hacer un gran resultado o, al menos,mantener el hándicap.
Al final, ni lo uno, ni lo otro, puesto que con 30 puntos stableford finales me volvieron a subir el hándicap una décima hasta 20,5.
El próximo torneo que juegue será, si mis cuentas no fallan, la final del Circuito de Pitch&Putt que se celebra en dos semanas en la Escuela de la Federación de Golf de Madrid. Y será la primera vez que juegue un torneo en formato match play, así es que veremos qué tal se me da.