El pasado sábado jugué el XII Abierto Virgen de la Antigua que se disputó en Montealvar Golf (antiguo Golf de Valdeluz) y que organizaba el propio campo con motivo de las fiestas patronales.
A diferencia de El Encín Golf donde jugué hace tres semanas, en esta ocasión el campo se encontraba verde y en muy buenas condiciones. Los greenes estaban un tanto rápidos pero sin exagerar y únicamente me encontré algún bunker que estaba demasiado duro.
El día, para mí gusto, estuvo casi perfecto. Hizo fresco a primera hora, lo cual prefiero, y luego fue subiendo la temperatura paulatinamente, aunque solo en los últimos cuatro o cinco hoyos hizo bastante calor, y sin llegar a ser agobiante.
La salida del torneo fue a tiro a las 9:00h y yo salía por el hoyo 8. En esta ocasión, he de reconocer que se me hizo un poco tarde y no hice prácticamente nada de calentamiento (apenas 8 o 10 minutos de putt) así es que me tocó dar el primer golpe sin haber hecho ni un swing de prácticas. El resultado, como era de esperar, fue un golpe malísimo en el que la bola salió trotando por la izquierda. Al menos, como el campo estaba un poco duro, la bola rodó bastante y pude minimizar daños. Alcancé el green con el tercer golpe y saqué un bogey gracias a que emboqué un buen putt desde un metro y medio aproximadamente.
Cada día que pasa me convenzo más de que el primer hoyo suele ser un reflejo de lo que sucederá en el torneo. En este caso, fue el resultado de bogey el que más veces conseguí, además con bastante diferencia.
Y además fue muy curioso, porque cuando llegaba a green tirando para birdie, hacía tres putts y cuando tenía putts complicados para salvar el bogey, los metía.
Un claro ejemplo fue el siguiente hoyo (el 9, par 3). Hice una muy buena salida, con la que alcancé el green, pero necesité tres putts para acabar el hoyo y sacar el segundo bogey del día.
En el hoyo 10 conseguí el primer par del torneo, de la forma que más me satisface: cogiendo calle desde el tee de salida, alcanzando el green con el segundo golpe y dos putts para terminar.
La salida del hoyo 11 fue igual de mala que en el hoyo 8 (mi primer hoyo) y al igual que entonces, conseguí recuperarme para acabar con otro bogey.
Y en el hoyo 13 (par 4) volví a repetir lo del hoyo 10: salida a la calle, llegar al green de dos golpes y hacer el par con dos putts.
En el hoyo 14 (par 5) iba por el mismo camino, pues alcancé el green con mi tercer golpe. Sin embargo fallé increíblemente el putt de par desde menos de medio metro y eso me costó hasta cuatro puntos en los siguientes hoyos. De repente, empecé a fallar putts cortos o relativamente cortos que, hasta ese momento me estaban entrando.
De esta forma, fallando un putt corto hice doble-bogey en el hoyo 15 tras una corbata en el putt de bogey. Hice otro doble-bogey en el hoyo 16, con otros tres putts y un bogey en el hoyo 17, con otra corbata en el putt de par.
Volví al hoyo «perfecto» en el hoyo 18 en el que hice el par exactamente igual que en los hoyos 10 y 13, alcanzando el green de dos golpes y terminando con dos putts.
En el hoyo 1 (par 5) otra vez llegué a green de tres golpes y otra vez acabé con bogey tras una corbata en el putt de par.
Por suerte, igual que vinieron los fallos en putts cortos, se fueron, y volví a empezar a meter putts importantes que me reportaron valiosos puntos. Así fue en el hoyo 2 donde emboqué un putt nada sencillo para bogey, o en el hoyo 3 donde salvé un punto con un doble-bogey al que me vi abocado por los malos golpes que di para intentar evitar el agua.
También salvé otro punto en el hoyo 4 (par 5) con otro buen putt para doble-bogey.
Y acabé los últimos tres hoyos con otros tantos bogeys que me reportaron ochos puntos en mi tarjeta.
Al final fueron tres pares, once bogeys y cuatro doble-bogeys, lo que, haciendo la media, sería como si hubiera hecho 17 bogeys y un doble-bogey, para un total de 38 puntos stableford y una pequeña bajada de hándicap de tres décimas hasta 21,3.
Revisando mis estadísticas me quedó contento con los siete greenes en regulación cogidos y las seis de catorce calles. Pero no tanto con los 40 putts que hice y de los que podía haber evitado cuatro bastante fácilmente.