El pasado sábado jugué el torneo «Air France Golf Cup 2016» que se celebró en El Encín Golf.
Nada más llegar al campo, lo más comentado entre los jugadores era el gran cambio que se había producido en el hándicap de juego que aparecía en las tarjetas. Por lo visto, la federación ha cambiado el slope del campo lo que ha supuesto, por ejemplo para mí, que, teniendo un hándicap de 23,7, apareciese en mi tarjeta, un hándicap de juego de 24. Otros jugadores habían corrido incluso peor suerte, pues teniendo un hándicap de más de 9 puntos iban a jugar con tan solo 8.
Aparte de este hecho, lo siguiente que me llamó la atención fue la lentitud del green de prácticas. No siempre la velocidad del green de prácticas es la misma que la de los greenes del campo, pero en este caso sí era bastante similar, e incluso, con el trascurso de la jornada, se fueron poniendo todavía más lentos.
A decir verdad, para mí fue una bendición que los greenes estuvieran tan lentos, y puedo afirmar que fue un punto decisivo a la hora de reducir el número de putts por hoyo, y consiguientemente, el número de golpes en mi tarjeta.
Debido a mi alto hándicap, tenía la salida del torneo más allá del mediodía, por lo que el calor fue bastante agobiante.
Lo cierto es que comencé el torneo con buen pie. En el hoyo 2, me encontraba a unos 170 metros de green e iba a dar mi segundo golpe. Cogí el híbrido y golpeé, con tan buen acierto que la bola botó justo nada más pasar la montañita que hay delante del green. No pude ver donde se paró la bola, pero tenía muchas posibilidades de haber acabado en el green. Según me fui acercando, comprobé que efectivamente el golpe había sido muy bueno. De hecho, la bola se encontraba a unos tres metros de la bandera. No pude embocar el birdie por cuatro dedos, pero conseguí el primer par del día.
Luego llegó el hoyo 3 (par 3) en el que siempre hay que esperar mucho para poder jugar. Esta espera habitualmente me descentra y me enfría, por lo que es un hoyo que se me suele dar mal. Esta vez no iba a ser menos. Necesité tres golpes para alcanzar el green y otros tres para embocar. Raya en la tarjeta y raya también en el hoyo 4.
En el hoyo 5 (otro par 3), me quedé un poco corto con el golpe de salida, pero en el ante-green. El primer putt no fue bueno (el green estaba lentísimo) y aún así estuve a punto de conseguir el segundo par del día.
Por suerte, este segundo par no se hizo esperar mucho. En el hoyo 6 (par 4) me dejé un putt de par de menos de dos metros, y esta vez no desaproveché la ocasión.
La primera vuelta la acabé con bogey, doble-bogey, bogey, para un total de 18 puntos stableford, con dos pares y dos rayas.
La segunda vuelta, normalmente se me da peor que la primera. Además del cansancio que voy acumulando, están los hoyos con más peligros y que me resultan más difíciles de superar:
– El hoyo 11, par 5 con un montón de bunkers y el green en alto.
– El hoyo 12, par 3 con el green también en alto, que se me atraganta.
– El hoyo 16, par 3 en el que hay que sobrevolar un lago, y
– El hoyo 18, par 5 en el que entra en juego el lago de la derecha desde el segundo golpe hasta el green.
En esta ocasión, de los cuatro hoyos mencionados hice raya en tres de ellos. El único que fui capaz de salvar fue el hoyo 16, el cual, con la intención de no irme al agua, jugué con un palo que era dos palos más de los que, teóricamente, debería necesitar para salvar el agua. Evidentemente, me fui largo. Tan largo que casi me voy fuera de límites por el fondo del hoyo. Además de que el golpe no fue bueno y se me fue a la derecha. Total, que había salvado el agua (al menos con el primer golpe), pero me encontraba a unos 30 metros de la bandera. Y apareció la suerte. El segundo golpe fue para enmarcar, y dejé la bola a unos 30 centímetros del hoyo. Segundo par consecutivo tras el logrado en el hoyo anterior y cuarto en el cómputo global del día.
Acabé la vuelta con dos pares, tres bogeys, dos doble-bogeys y dos peor, para un total de 15 puntos stableford. Unidos a los 18 puntos de la primera vuelta, resultan 33 puntos totales y mantener el hándicap en 23,7, a pesar de haber jugado con tan solo 24 puntos de margen.
El próximo torneo será dentro de dos semanas, pero aún no he decidido donde jugaré. Lo cierto es que ese fin de semana hay un buen puñado de torneos donde elegir.