Un mal día en la oficina

El pasado domingo jugué el torneo perteneciente al circuito «Encín & Olivar Golf Tour» organizado por tustorneosdegolf.com y que se celebró en el Encín Golf.

Después de varios días de temporal de frío y lluvia, la previsión del tiempo para este domingo era de sol y temperatura agradable, y se cumplió a raja tabla.

Fue un día soleado con alguna nube, algo frío y sin viento, es decir, un día perfecto para jugar al golf.

Por su lado, el campo también ayudaba, al encontrarse en perfectas condiciones. Además, en las dos últimas ocasiones que he jugado en este campo, me ha llamado la atención la variedad de salidas que están proponiendo los responsables del campo, a veces colocando las barras de salida más adelantadas de lo habitual y otras retrasándolas, lo que hace que varíe considerablemente la manera de jugar cada hoyo, incluso aunque te conozcas perfectamente el campo.

La salida del torneo era por orden de hándicap desde el hoyo 1 y comprobé, ya desde este hoyo que no iba a ser un día fácil. A mis habituales problemas de tee a green, en esta ocasión, además se unieron ciertos problemas con el putt. Lo cual, irremediablemente me condujo a un desastroso resultado.

A pesar de ello, lo cierto es que en este torneo cogí 9 de 14 calles lo que es poco habitual en mí y por lo que acabé sorprendido gratamente.

Sin embargo, de la primera vuelta poco se puede sacar. Apenas tres bogeys. Por contra, otros tres doble-bogeys y tres más, triple-bogeys.

Cuando no fallaba en la salida, fallaba en el segundo golpe y sino, en el approach o una combinación de todos ellos. Para colmo, necesité de hasta tres putts, en cuatro hoyos y solo acabé uno con un único putt.

Pasada esta primera vuelta desastrosa con 54 golpes y solo 10 puntos stableford, de repente algo cambió, no tanto en el hoyo 10 donde volví a salir con otro triple-bogey, sino más bien a partir del hoyo 11.

Tuve cinco hoyos de esos en los que ves la luz y te acuerdas de lo bonito que es este deporte. Y en mi caso, además, me pregunto qué ocurriría si fuese capaz de jugar consistentemente como lo hice en esos cinco hoyos, no ya durante varios torneos, simplemente durante 18 hoyos seguidos.

Empecé con par en el hoyo 11 y bogey en el hoyo 12 (par 3) en el que la salida estaba retrasadísima respecto a las barras amarillas, con lo que quedaba un golpe de salida de unos 170 metros al centro del green, estando éste bastante por encima del tee de salida.

Seguí con otro par en el hoyo 13 y dos bogeys en los hoyos 14 y 15. Con solo siete putts en esos cinco hoyos, para un total de 23 golpes y 12 puntos stableford (más que en toda la primera vuelta).

Y como vino, se fue. Pude salvar un punto con un doble-bogey en el hoyo 16, pero en el siguiente hoyo no fui capaz de encontrar mi bola tras un tercer golpe directo a la izquierda, y en el último hoyo, después de penar por la izquierda, tratando de evitar el agua, cuando estaba a unos 50 metros de la bandera, me salió un socket imposible para terminar en el agua y acabar ahí mi torneo.

Al final, unos malísimos 23 puntos stableford y la consiguiente subida de hándicap hasta los 19 puntos.

Ahora tocan un par de semanas de descanso y luego tengo intención de apuntarme al torneo del Circuito de Madrid de Pitch & Putt que se disputa los días 15 y 16 de febrero en el Olivar de la Hinojosa.

Por último, no quiero despedirme sin comentar la desgraciada noticia de la muerte de Kobe Bryant, uno de mis grandes ídolos en el mundo del baloncesto. DEP Kobe Bryant #Black Mamba.

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