Se me apareció la bicha (o el innombrable)

El pasado sábado jugué el primer tiro del torneo Iberia ON Business que se disputó en Golf de Valdeluz y que organizaba tustorneosdegolf.com. Fue el primer tiro, porque, aunque estaba previsto que el torneo se disputase el domingo, hubo tal demanda de jugadores que decidieron abrir un nuevo tiro el sábado.

El día comenzó frío a primera hora de la mañana, pero al poco de empezar a jugar se quedó un estupendo día soleado, incluso caluroso y sin una brizna de viento. Perfecto para jugar al golf.

El estado del campo también fue muy bueno y eso que lo primero que me sorprendió fue el estado del green de prácticas que estaba absolutamente increíble. Luego los greenes del campo no estaban tan perfectos, pero sí que se encontraban muy, muy bien.

Al ser la salida a tiro, yo salía por el hoyo 13 (par 4 y el hoyo más fácil del campo). Empecé con dificultades los primeros hoyos, con bogey en el hoyo 13, y doble-bogey en los hoyos 14 y 15. En éste último, después de tripatear porque, además, las banderas estaban colocadas en unas posiciones bastante complicadas.

Seguí con más problemas para alcanzar el green en el hoyo 16, que sin embargo acabé con otro bogey gracias a un putt desde unos ocho metros con algo de cuesta abajo y que fue directa al hoyo por todo el centro.

Seguí con otro bogey en el hoyo 17 y en el 18 alcancé el green con  un magnífico approach de segundo golpe. Pero de nuevo tuve que tripatear para acabar el hoyo y esta vez sí que me dolió porque fallé un putt de menos de un metro para par.

Una curiosidad que puso el organizador del torneo fue que, cada 5 hoyos instaló unas carpas donde los jugadores decíamos nuestros resultados de los 5 hoyos anteriores y se iba actualizando la clasificación automáticamente.

En el hoyo 1 hice la que, probablemente, fue la mejor salida de todo el día. Cruzando el barranco y al medio de la calle. Sin embargo,  el segundo golpe me salió recto por la izquierda al fuera de límites. Entre esto y el putt para par que fallé en el hoyo 18, hizo que todo cambiase a partir de ese momento. Lo que había conseguido salvar en los seis primeros hoyos, ahora se hacía imposible.

Y para colmo empecé a dar sockets cada vez que tenía un hierro en las manos y tenía que hacer un swing completo. Me pasó en los hoyos 1, 2 y 3. Y salí con tres rayas en mi tarjeta.

Salvé el hoyo 4 con un bogey, pero en el hoyo 5 otra vez me anoté una raya en la tarjeta.

Seguí renqueando con dos doble-bogeys y un triple-bogey en los siguientes tres hoyos.

Llegué al hoyo 9 (par 3 en el que hay que cruzar el barranco) y me hice doble-bogey gracias a que emboqué la segunda bola con tres golpes.

En el hoyo 10, no encontré ninguna de las dos bolas que tiré para intentar pasar el barranco. Otra raya en mi tarjeta.

Y como vino el desastre, se fue. Después de 10 hoyos insufribles y solo a falta de dos para terminar el torneo, de repente, di un tercer golpe desde unos 130 metros para la bandera con efecto al fade, y la bola se quedó a tres metros del hoyo. Con dos putts hice, esta vez sí, mi primer par del día.

Y para terminar el torneo e irme contento a casa, en el hoyo 12 (par 3) aunque hice una mala salida, luego hice un gran approach con el que dejé la bola dada y acabé el hoyo con el segundo par consecutivo.

Con esto se vuelve a demostrar lo que es el golf… En 18 hoyos me puede pasar de todo: meter un putt de ocho metros, fallar otro de menos de uno, tirar dos bolas seguidas al barranco y acabar con dos pares.

Al final, evidentemente, habiendo obtenido resultados generalmente horrorosos en casi diez hoyos, mi resultado total fue de 25 puntos stableford y otra subida de mi hándicap hasta 21 justos.

Aún no he decidido dónde jugaré mi próximo torneo, pero se disputa el Torneo de Otoño en El Encín el día 10 de noviembre y es bastante probable que lo juegue.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *