Victoria y a dos centímetros del hoyo en uno

El pasado sábado jugué el torneo perteneciente al Circuito de Madrid de Pitch&Putt que se disputó en el campo de la Escuela de la Federación madrileña de Golf.
En este circuito los jugadores de segunda categoría (hándicap superior a 20,4) jugamos los sábados y los de primera categoría juegan los domingos. Además, cada jugador disputa el circuito completo en la categoría en la que juegue su primer torneo.
Con estas condiciones, y dado que ya disputé un torneo en segunda categoría, todo el circuito lo voy a jugar los sábados. Y como mi hándicap antes de jugar era de 20,3, pues salía desde el hoyo 1, algo que todavía me sorprende por la falta de costumbre de verme ahí arriba.

El día amaneció frío y con algo de niebla, aunque según avanzaba la mañana el sol se fue abriendo paso entre las nubes y la temperatura subió ligeramente.
El campo tenía algunas zonas encharcadas, pero en general, el estado del campo me pareció bastante bueno y, concretamente los greenes, me pareció que estaban muy bien.
Comencé el torneo bastante regular con cuatro bogeys en los cinco primeros hoyos, y que podría haber sido peor puesto que tanto en el hoyo 1 como en el 2, se me fue la bola a la izquierda contra la red que separa el campo de la cancha de prácticas aunque, por suerte, en ambas ocasiones la bola cayó dentro de los límites del campo.
Ya desde antes de empezar a jugar, cuando estuve dando un cubo de bolas para calentar, intenté adaptarme a la situación del campo, pues es un campo en el que todos los peligros están por la izquierda, y sin embargo, las dos primeros bolas me salen directas a la izquierda. Como decía, pude recuperar y acabé con dos bogeys.
En el hoyo 6, por fin parecía que había metido mi primera bola en green desde el tee de salida, pero cuando llegué hasta ella comprobé que esta vez tampoco había podido ser, ya que se encontraba en el antegreen. Al menos estaba a la altura de la bandera y con un approach y un putt conseguí el segundo par del torneo.
Ahora sí en el hoyo 7, llevé la bola al green con el primer golpe, sin género de dudas. Para mí este green es el más difícil del campo puesto que está en cuesta y pasarse de bandera implica siempre patear cuesta abajo. Conseguí el segundo par consecutivo y pareció que algo cambió.
Dos greenes en regulación más en los hoyos 8 y 9, y en el primero de ellos con una verdadera oportunidad de birdie. Que finalmente fueron dos pares, para finalizar la primera vuelta con 31 golpes brutos.
Y otros dos pares más en los hoyos 10 y 11, esta vez consiguiéndolos tras dos grandes approach. Con ellos hacía mi sexto par seguido para un total de siete.
En el hoyo 12 di un medio filazo de salida y solo pude hacer bogey.
En el siguiente hoyo me dejé otra buena oportunidad de birdie, que se quedó en par.
La oportunidad de birdie que no dejé pasar fue en el hoyo 14 cuando, desde la salida, dejé la bola a unos 40 centímetros del agujero.
Otro green en regulación y otro par en el hoyo 15.
Y el golpe más certero de mi vida en el hoyo 16, cuando, desde la salida, a una distancia de unos 68 metros, dejé la bola a dos centímetros del hoyo. El pique dio a unos 10 centímetros de la bandera y la bola se desvió un poquito a la derecha para no entrar y evitar que hiciese mi primer hoyo en uno. Y cómo es el golf, que en vez de alegrarme por el birdie conseguido, me encontraba con el sabor agridulce y el cabreo de no haber embocado el hoyo en uno.
Con este birdie me ponía con un golpe bajo par en la segunda vuelta a falta de dos hoyos.
Tuve bastante suerte en el primer golpe del hoyo 17, pues la bola rebotó en los árboles que hay a la derecha del green y se quedó muerta debajo de un árbol, aunque sin ningún problema para tirar a green. Acabé el hoyo con un bogey y el torneo, con un par en el hoyo 18, lo que arrojaba un resultado de 27 golpes brutos en la segunda vuelta (par del campo) y 58 golpes totales en los 18 hoyos (solo cuatro más del par del campo).
En cuanto al resultado stableford, conseguí 39 puntos y una bajada de seis décimas en mi hándicap, hasta 19,7, a una décima de mi mínimo histórico.
Evidentemente, con un resultado de 58 golpes, imaginaba que estaría entre los primeros de la clasificación scrach, pero el alegrón fue tremendo cuando, a la hora de la cena, vi la noticia en la página web de la Federación y aparecía mi nombre como ganador del torneo.
El próximo torneo que juegue será, probablemente, el último del año, y mi intención es apuntarme al torneo de Navidad que organiza el comité de Independientes de la Federación de Madrid, que se disputará en el campo de El Encín Golf el próximo 22 de diciembre.

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