Vueltón en los primeros nueve hoyos y luego a sufrir

El pasado domingo jugué el Torneo de Otoño organizado y celebrado por el club de golf El Encín.

El día fue otoñal para los que empezamos a jugar a última hora de la mañana, porque a primera hora, más bien parecía que estuviésemos en invierno. En mi caso hubo de todo. Casi frío cuando empezamos a jugar; un rato de sol, en el que pudimos estar en manga corta; y, en los últimos cinco o seis hoyos, se levantó el viento bastante fresco y un tanto molesto.

El campo, como suele ser habitual, estaba en muy buenas condiciones.

La salida del torneo era desde el hoyo 1 y por orden de hándicap, y esta vez me tocó salir en el último partido del día, aunque, todo hay que decirlo, no éramos los jugadores con el peor hándicap.

Ya he comentado en otras ocasiones y estoy convencido de observar un patrón, que como juegue el primer hoyo, va a ser la tónica general a lo largo del torneo. En este caso vuelvo a ver claramente ese patrón, con ciertas salvedades, evidentemente.

En ese hoyo 1 (par 5) hice una salida a la derecha y corta. Luego di un golpe regular con la madera 3, con la que estuve muy mal todo el día. A continuación me lie en unos arbustos. Por suerte esto no volvió a sucederme más que en otra ocasión. Y luego hice un grandísimo approach que repetí en incontables veces y que claramente me salvó el día. Por último, acabé el hoyo con un solo putt. Algo que también hice varias veces más.

Al final hice doble-bogey y, por suerte, este tampoco fue mi resultado más repetido del torneo.

A partir de aquí, empecé una increíble racha de siete bogeys seguidos con algunos golpes impresionantes, especialmente en los approach. Claros ejemplos fueron los hoyos 2, 3, 4 y 5. Incluso el hoyo 6, que no fue un approach típico ya que mi tercer golpe fue desde el búnker que hay a la izquierda del green cuando la bandera estaba a la derecha.

En ese momento fue cuando empecé a pensar en los golpes que estaba dando y en que, por fin, se estaba cumpliendo una de mis teorías de mi golf: en mi caso se trata claramente de llegar a green de tres golpes y hacer dos putts. Y para llegar a green de tres, solo se necesitan tres golpes normalitos, incluso cortos de poco más de 100 metros.

En el hoyo 7 tuve mucha suerte, precisamente con ese tercer golpe de 100 metros. El golpe fue realmente malo, pero trotando y trotando la bola acabó a unos dos metros de la bandera. Se me volvió a escapar otro par, pero el bogey me parecía buenísimo.

El approach del hoyo 8 era muy difícil y se me fue la mano, pero con dos putts conseguí el séptimo bogey seguido.

Acabé la primera vuelta con doble-bogey en el hoyo más difícil del campo y con él, conseguía un magnifico resultado de 22 puntos stableford y 47 golpes brutos.

La segunda parte de este campo a mí me resulta mucho más complicada que la primera y sabía que me iba a tocar sufrir. 

Salvé bien el hoyo 10 con otro bogey y dos nuevos puntos stableford. Y en el hoyo 11, cuando ya había dado por perdida mi bola entre los matorrales, la suerte se alió conmigo y un compañero la encontró. Terminé el hoyo con triple-bogey (el primero del día) y pasé de tener el hoyo perdido, a estar a punto de embocar para doble-bogey, para, finalmente, salvar un punto.

No pude evitar la primera y, a la postre, única raya del día en mi tarjeta, en el hoyo 12, tras hacerlo rematadamente mal en mis segundo y tercer golpes.

Volví a la senda de los bogeys en el hoyo 13, otra vez con un gran approach y fallando el putt de par por poco. Pero fue un espejismo.

Hice tres doble-bogeys seguidos en los hoyos 14, 15 y 16. Especialmente doloroso fue el de este último hoyo (par 3) en el que estaba en green de un golpe y necesité cuatro putts para acabar.

Llegué a los dos últimos hoyos del torneo con sólo 10 puntos stableford en la segunda vuelta y un acumulado de 32. Y entonces ocurrió lo que menos esperaba.

Con mucho sufrimiento y una pizca de suerte, conseguí dos nuevos bogeys, con golpe al mástil de la bandera incluido en el hoyo 17, para sumar seis puntos stableford más y acabar el torneo con 38 puntos stableford y 100 golpes brutos justos.

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