El pasado sábado jugué el I Torneo Elephant Real Estate organizado por la inmobiliaria Elephant Real Estate que se disputó en el campo del Club de Golf La Dehesa.
La salida era por orden establecido desde el tee del hoyo 1 y el día estaba perfecto para jugar al golf. Con una temperatura máxima de unos 27-28 grados y el cielo más bien nublado con ciertos claros, se pasó algo de calor, pero el día fue totalmente agradable.
Al igual que el clima, el campo se encontraba en perfectas condiciones. Por poner alguna pega, lo peor eran los tee de salida, pero el resto del campo y los greenes estaban muy bien.
Empecé el torneo con algo de suerte, pues mi primera bola desde el tee del hoyo 1 se fue abriendo cada vez más y acabó a un palmo de la línea de fuera de límites. Desde ahí solo pude sacar la bola a la calle. Con un buen tercer golpe, me quedé a las puertas del green y acabé el hoyo con un doble-bogey que me reportó dos puntos al ser el hándicap 1 del campo.
Seguí con una buena racha de cuatro bogeys seguidos, que podía haber sido incluso mejor, puesto que en los hoyos 2 y 3 (par 5 y par 3 respectivamente) necesité tres putts para acabar sendos hoyos.
El primer contratiempo lo tuve en el hoyo 6 (par 5) tras un segundo golpe horrible. Pasé una odisea hasta llegar a las inmediaciones del green, pero gracias a un magnífico approach, con el que dejé la bola a unos 40 centímetros del hoyo, pude sacar otro doble-bogey muy sufrido.
En el hoyo 7 (par 4) me pasó de todo. El primer golpe fue a dar contra un árbol, al igual que el segundo. Luego mandé la bola al bunker y necesité dos golpes para sacarla. Todo esto solo podía acabar de una manera: con la primera raya del día en mi tarjeta.
De repente, parecía que todo me salía mal, hasta que pegué el cuarto golpe del hoyo 8. Todavía estaba a unos 105 metros de la bandera, pero el golpe fue un dardo directo al hoyo, con el que dejé la bola dada para bogey.
En el hoyo 9 (par 3) llegó mi segunda raya del torneo, tras una desastrosa salida en la que la bola se fue al agua.
Volví a sufrir mucho de tee a green en el hoyo 10, en el que salvé el barranco de milagro con el tercer golpe y acabé el hoyo con otro doble-bogey.
Todo cambió en el siguiente hoyo (par 5) en el que conseguí el primer par del día. Fui capaz de llevar la bola hasta las inmediaciones del green de tres golpes y esta vez, con el approach, dejé la bola, literalmente, colgando del hoyo.
Luego llegaron los hoyos del 12 al 15 que, para mí, son los cuatro hoyos más difíciles del campo, con la excepción del hoyo 17, que es sin duda, el peor. Los pasé con un triple-bogey y tres doble-bogeys.
El hoyo 16 es el más fácil del campo y se me suele dar bastante bien. Esta vez no fue una excepción, y conseguí el segundo par del día, tras un gran approach desde unos 100 metros de distancia.
Como ya he comentado, el hoyo 17 (par 3), es el que me resulta más difícil del campo y terminé anotándome la tercera raya del día en mi tarjeta.
Acabé el torneo con un nuevo doble-bogey para 35 puntos stableford y mi hándicap que continúa en 26,5.