Estropeé la tarjeta en cuatro hoyos

El pasado viernes jugué la última prueba del Circuito Iberia On Business que organizaba tustorneosdegolf y que se disputó en Golf de Valdeluz.

El día fue estupendo, con bastante frío a primera hora de la mañana, pero llegando incluso a demasiado calor a medio día.

El campo, como suele ser habitual, se encontraba en muy buenas condiciones.

La salida del torneo fue a tiro y yo salía por el hoyo 15 (par 3). Y no pude empezar mejor, con un par, embocando la bola desde algo más de un metro y cuesta abajo, lo que hacía que no fuese un putt fácil.

Y esa fue la tónica del día durante unos dos tercios del torneo: salvé infinidad de hoyos gracias a embocar putts de media y larga distancia, y a veces, bastante complicados.

La otra tónica del día fue que no tiré ni una sola bola a la calle desde el tee de salida en todo el torneo. Curiosamente, a pesar de esto, no perdí ninguna bola hasta el último hoyo y no es normal que me dure una bola 17 hoyos. Esto indica que, aunque no fui recto, tampoco fueron del todo malas las salidas.

Así, después del par en mi primer hoyo, hice bogey en todos los hoyos desde el 16 hasta el 7, con excepción del 18 y el 6, en los que hice doble-bogey.

Por tanto, en 11 hoyos llevaba 24 puntos stableford, con una sensación rara por las malas salidas que estaba haciendo, pero también, con sensación de que podía ser mi día al estar haciendo bogeys sistemáticamente.

Claros ejemplos fueron los putts de los hoyos 16, 17, 1, 2 y el culmen de todos en el hoyo 3 donde emboqué un putt desde el antegreen, de unos cuatro metros, cuesta abajo y con caída de izquierda a derecha.

Sacar un bogey en ese hoyo fue lo que me hizo pensar que realmente era mi día de suerte y podía conseguir la ansiada bajada de hándicap.

Sin embargo, todo empezó a torcerse en el hoyo 8. La salida fue regular, por la derecha, como casi todas, aunque el segundo golpe fue bastante bueno, dejando la bola a unos 5 metros del green, pero con un bunker delante. El tercer golpe, como me pasa en muchas otras ocasiones con una situación similar, fue tan malo que acabé tirando la bola al bunker. El doble-bogey final, incluso no me pareció tan malo, pues conseguí embocar otro difícil putt de 1,80 metros aproximadamente.

Otro doble-bogey en el hoyo 9 hacía que perdiese definitivamente la renta de dos puntos que llevaba tan solo dos hoyos antes. Lo curioso de este hoyo fue que cuando golpeé la bola desde la salida, parecía muy buena. Recta hacia la bandera y con altura. Realmente pensaba que llegaría al green. Y de repente, cayó la bola a plomo, terminando en el bunker que hay poco antes del barranco y a más de 30 metros de la bandera. Aunque llevé la bola al green con el segundo golpe, necesité tres putts para acabar el hoyo.

En el hoyo 10, conseguí cruzar el barranco, cosa que no había hecho en los últimos torneos que había jugado en este campo, pero entonces me empezó a pasar de todo: un socket de segundo golpe, la bola contra una papelera de tercero, un salto de rana de cuarto y así hasta ocho golpes y primera raya anotada en mi tarjeta.

Desde que estaba por los hoyos 6 y 7, estaba pensando que mi resultado dependería de lo que hiciese en los cuatro hoyos que van del 8 al 11, y otro doble-bogey en el hoyo 11 significaba mi (únicamente) tercer punto en esos cuatro hoyos, y con él se esfumaba cualquier opción de un buen resultado.

Tampoco gestioné bien el hoyo 12 (par 3 en el que tengo dos puntos de ventaja) y solo pude hacer otro doble-bogey, aunque, en este caso, me reportase dos puntos.

Otros dos puntos conseguí en el hoyo 13, gracias a acabar con un nuevo bogey, cosa que no hacía desde el hoyo 7. Con ellos alcanzaba los 31 puntos stableford a falta de un hoyo y la necesidad imperiosa de hacer, al menos, otros bogey que me reportase dos puntos para salvar el hándicap.

Y fue entonces cuando, por primera vez en todo el torneo, me salió la bola recta a la izquierda y fuera de límites. Aun con el golpe de penalidad tuve un putt de poco más de un metro para doble-bogey y conseguir un punto que me diese esperanzas de mantener el hándicap, pero no entró. Así es que acabé el torneo con la segunda raya del día en mi tarjeta, los 31 puntos stableford ya mencionados y una nueva subida de hándicap hasta 21,1.

Dadas las fechas en las que estamos aún no sé si este habrá sido mi último torneo del año o si, por el contrario, jugaré uno más.

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