El pasado lunes jugué el I Torneo de Verano organizado por Súmmum Golf que se disputó en Los Moriscos Club de Golf sito en la localidad de Motril.
Era la segunda vez en mi vida que jugaba en un campo de fuera de mi radio de acción que es Madrid y sus alrededores. Y fue increíble.
Llevo veraneando unos 30 años por la zona de Motril y Salobreña, pero nunca había jugado en este campo.
Lo primero que me llamó la atención, a parte del hecho de encontrarse en primera línea de playa, fue que es absolutamente imposible salir con el driver en varios de los pares 4.
Para mí, que soy poco pegador, siempre juego con el driver tanto los pares 4, como los pares 5 de los campos en los que habitualmente juego en Madrid.
Únicamente se me viene a la memoria el hoyo 18 del Olivar de la Hinojosa donde siendo un par 4, me he dado cuenta de que es un error salir con el driver, aunque hasta ahora siempre lo he hecho.
Otra cosa que me llamó la atención, en este caso, quizá por el lado negativo, fue que hay que cruzar varias veces diversas calles para ir de un green al siguiente tee. Aunque también es verdad que por esta razón pude conocer una parte del hotel que está en medio del propio campo de golf y que, por lo que vi, no tiene nada que envidiar a muchos de los resorts turísticos que se pueden encontrar en el caribe.
En cuanto al estado del campo de golf, me pareció que estaba bastante bien cuidado. Es cierto que las calles no estaban perfectas, pero sí con un nivel muy aceptable. Y quizás los greenes estaban un tanto irregulares, pero sobre todo, porque creo que la gente no arregla ni un solo pique.
El tiempo fue más que bueno, pues tuvimos la suerte de que la tarde estuvo parcialmente nublada, aunque también es verdad que la temperatura en Motril no suele pasar de 32 grados ni siquiera en el mes de agosto.
Mi resultado en el torneo fue muy malo. No conocer el campo puede ser una excusa solo parcialmente. También tuve algo de mala suerte en los hoyos 4 y 5 (que eran mis hoyos 2 y 3 puesto que salí del hoyo 3 del campo) con sendas corbatas, a cual más dolorosa.
Resumiendo, hice mucho triple-bogey que no me servía para nada pues jugaba con 19 puntos de hándicap, que es un punto y medio menos de mi hándicap real, ya que, en verdad no es un campo complicado. Mas bien es un campo técnico en el que, como comenté al principio, en algunos pares 4 no se puede salir con el driver, sino que hay que pensar en otra estrategia de juego, algo a lo que no estoy acostumbrado.
Las únicas satisfacciones me las llevé, con sendos pares, en los hoyos 12 (par 3) y 17, par 4 corto, en el que salí con la madera 3 y me dejé un segundo golpe de unos 75 metros a la bandera.
Por supuesto no puedo dejar de comentar el hoyo 14. Es un par 3, que nosotros jugamos desde una distancia de 135 metros al centro del green y en el que éste se encuentra en una isla rodeado de agua (como su propio nombre indica). Es el hoyo mítico de este campo y hándicap 1 del mismo.
Por mi parte, hice una salida no lo suficientemente buena como para llegar al green, así es que la bola acabó en el agua y, aunque estuve a punto de terminar con doble-bogey, fallé el putt, tocando el borde del hoyo y me tuve que apuntar otro triple-bogey en mi tarjeta.
Al final fueron unos desastrosos 17 puntos stableford y la consiguiente subida de hándicap hasta 20,6.
Si todo va bien, el siguiente torneo que juegue será en Golf de Valdeluz el próximo 31 de agosto en el que se disputa la última prueba del circuito World Amateur Golfers Championship, valedera para clasificarse a la final nacional de dicho circuito.