El pasado domingo jugué el Torneo de Verano que organiza el Encín Golf. Hacía algún tiempo que no jugaba en este campo a pesar de que me encanta. Eso de que tenga las calles inmensas me permite jugar sin apenas preocuparme por dar un golpe regular, o incluso malillo desde el tee de salida, porque hay mucho margen de error. Esto significa que, a poco que se haga una salida medio recta, la bola, casi seguro, va a estar en la calle.
Otra cosa bien diferente son los greenes. Son tan grandes y tan ondulados que alcanzar el green no implica necesariamente estar cerca de acabar el hoyo, pues la bola puede estar todavía a unos 20 o 25 metros de la bandera. Y si además, como en este torneo, ponen muchas banderas cerca de los límites del green, se hacen todavía más complicadas.
El tiempo, como corresponde a un 30 de junio en Madrid era caluroso, rozando en algunos momentos, lo infernal, dado la ola de calor que llevábamos padeciendo los últimos días. Por suerte, en este campo, a pesar de la falta de sombra, suele correr algo de brisa, que hace más llevadero el juego.
Precisamente por la fecha y el calor, algo que no llegué a comprender, fue el hecho de que las salidas fueran consecutivas desde el hoyo 1, en lugar de ser a tiro. Por otro lado, particularmente a mí me venía mejor salir tarde, que temprano, por lo que, en mi caso, me vino bien.
Y otra razón más para poner las salidas a tiro, es que había previsto un cocktail y un sorteo junto con la entrega de premios a la finalización del torneo y, evidentemente, pocos de los que empezaron a jugar entre las 8:00 y las 9:00 de la mañana, que terminarían entre las 13:30 y las 14:00, se quedarían hasta casi las 17:00 para asistir al sorteo de regalos.
Así las cosas, empecé el torneo con una salida a la derecha de la calle, a pesar de todo lo comentado en relación al increíble tamaño de las calles. Pero es un fallo que te permite recuperar bastante bien, porque había una zona de rough segada y desde ahí se puede jugar sin grandes problemas.
Acabé el hoyo 1 (par 5) con bogey lo que me reportó los dos primeros puntos en mi tarjeta.
Justo después llegó el primer triple-bogey y la consiguiente raya en mi tarjeta, y eso que la salida en esta ocasión había ido al centro de la calle.
En total fueron, siete salidas en la calle, cinco salidas a la derecha, una a la izquierda (por menos de un metro) y una salida horrible en el hoyo 18, en la que no alcancé ni siquiera las barras rojas de la salida de mujeres.
En el hoyo 5 (par 3), conseguí el primer par del día, que a punto estuvo de ser birdie gracias a una salida buenísima con la que dejé la bola a menos de dos metros de la bandera.
A pesar de lo comentado acerca de la inmensidad de los greenes, en esta primera vuelta estuve pateando considerablemente bien, aunque fue en la segunda donde realmente estuvo la diferencia con tan solo 14 putts para un total de 31 en el global del torneo.
Terminé la primera vuelta con dos doble-bogeys y 48 golpes brutos, para 17 puntos stableford.
En el hoyo 11 (par 5) di dos de los mejores golpes del día y eso que este hoyo se me suele dar bastante mal. Primero la salida fue larga y recta, justo entre el mar de bunkers que hay frente al tee de salida. Y luego con un chip impresionante de cuarto golpe que a punto estuvo de entrar para birdie.
Otro maravilloso appoach en el hoyo 14 sin ver ni siquiera dónde acababa la bola por la ondulación del green y la posición desde la que me encontraba, me permitió apuntarme el tercer par del día y en este caso, además, con el premio de conseguir 4 puntos stableford, al tratarse del hándicap 2 del campo.
Pasé el hoyo 16 (par 3) saliendo claramente con un palo más largo del que supuestamente necesitaría para tratar de evitar a toda costa caer al agua que hay delante del green.
En el hoyo 17, con algo de viento a favor hice una salida de unos 190 metros en todo el centro de la calle. Di un segundo golpe bastante bueno con el que me quedé a menos de dos metros del green y a unos cuatro de la bandera, en una zona de rough bajito y casi pelado a la entrada del green. Y entonces cometí el error más grave del día. En lugar de utilizar el putt para approachar con mucho miedo, decidí jugar con el pitch para evitar que la bola se me quedase atascada en la, escasa, hierba alta que tenía por delante, y lo que ocurrió fue que di un filazo de tal calibre que me salí del green por el otro lado y me quedé más lejos del hoyo de lo que estaba antes.
Al final, y tras estar de dos golpes a menos de cuatro metros del hoyo, solo pude hacer doble-bogey.
Por suerte, cometí el error en el hoyo 17, cuando ya había salvado la tarjeta, porque el hoyo 18 fue un desastre absoluto y me apunté la segunda raya en mi tarjeta del día.
Al final hice 98 golpes brutos, con 31 putts y 34 puntos stableford, por lo que mantuve mi hándicap en 20,5.
En los próximos días decidiré dónde jugaré el siguiente torneo.