El pasado sábado jugué la penúltima prueba del Circuito de Madrid de Pitch & Putt que organiza la Federación Madrileña de Golf. El torneo se disputó en el campo de golf del club Green Paddock, que se encuentra en Torrelodones.
Era la primera vez que jugaba en este campo y, al igual que me sucedió cuando jugué en Las Encinas de Boadilla, varias personas me alertaron de la dificultad del mismo, con hoyos bastante cortos, estrechos y con greenes endemoniados.
Ante este panorama y después de la experiencia en Las Encinas de Boadilla, automáticamente decidí quedarme corto en todos los hoyos, pues, al menos, podía ver lo que tenía delante sin arriesgar a caer en algún peligro que no veía y que pudiera haber pasado el green.
Así empecé el hoyo 1 con un golpe tan sumamente corto, que necesité un approach y dos putts para terminarlo.
El green del hoyo 2 sí que me pareció muy difícil puesto que la bandera la habían colocado en la plataforma de arriba y, de no sujetar la bola en dicha plataforma, terminaría, seguramente, fuera del green.
El golpe de salida fue regular ya que di a la bola un poco atrás, golpeando primero a la alfombra, sin embargo, el bote que dio antes del green, la envió directamente hacia el hoyo y no entró por tres dedos. Lo malo fue que el putt de birdie, que era de algo más de metro y medio, tampoco lo emboqué y me tuve que conformar con anotarme el par.
En los siguientes hoyos continué con la misma tónica de quedarme corto y, salvo en el hoyo 5 que conseguí otro par, el resultado en los hoyos 3, 4, 6, 7 y 8 fue el mismo: bogey.
El hoyo 9 es un hoyo cuesta arriba en el que hay que tirar con decisión porque si no, no se llega al green y además, tiene un búnker justo delante de él para añadirle un poco más de dificultad. Salvé el búnker con algo de suerte y gracias a eso pude acabar la primera vuelta con otro par, que sería el tercero, por seis bogeys en el resto de hoyos.
La segunda vuelta la comencé con las mismas precauciones, pero algo más de decisión. Esto, unido a un buen toque de bola en la salida, me permitió conseguir un nuevo par.
En el hoyo 11 se repitió la historia de la primera vuelta. El golpe de salida fue más bien malo, sin embargo, con un poco de suerte en el bote, la bola pasó casi rozando el hoyo en 1. De nuevo, al igual que en el hoyo 2, se me quedó un putt de poco más de metro y medio para birdie; y de nuevo, lo fallé. Al menos, era el tercer par consecutivo que conseguía.
Entonces, pensando en que ya sabía, más o menos dónde podía arriesgar un poco más, me vine arriba y en el hoyo 12 mandé la bola al agua.
Como para confirmar que la confianza se derrumba en unos minutos, en el siguiente hoyo hice bogey, tras patear tres veces hasta embocar. Y en el 14, el segundo doble-bogey en tres hoyos.
Con bastante sufrimiento y algunos buenos golpes, como en el hoyo 17 (uno de los hoyos más largos del campo, si no el que más), acabé los últimos cuatro hoyos con par.
Especial mención haré para el hoyo 18. Justo antes de comenzarlo, miré el resultado total que llevaba en el torneo y me salían 59 golpes. Salí del último hoyo pensando que no podía ser y mientras llegaba hasta mi bola después del primer golpe, volví a comprobar el resultado. Ahora salían 62 golpes, ya que la primera vez no me había contado los tres golpes del hoyo 17.
Approché de segundo golpe y me dejé un putt de algo más de un metro, cuesta arriba, para par. Y entonces caí en que 62 golpes eran +8 con respecto del campo y era justo el hándicap que me daban, lo que implicaba que llevaba 31 puntos stableford y que con un par acabaría en +11 y 33 puntos stableford. Pensé que suficientes para mantener el hándicap.
Con una presión tremenda que me auto impuse por una estupidez como esa, acabé embocando el putt de par y consiguiendo los 33 puntos stableford.
Cuál fue mi sorpresa cuando, al final de la tarde, comprobé mi resultado en la web de la Federación Española de Golf y vi que me habían subido otra décima hasta 20,3. Lo cual me sorprendió, pues pensaba que con 33 puntos stableford y el ASC = 0 mantendría mi hándicap.
Ya solo queda una prueba más para terminar con el Circuito y los 16 primeros clasificados de 1ª Categoría, más los 16 primeros clasificados de 2ª Categoría, más las 16 primeras mujeres, estarán clasificados para jugar la final del Circuito.
La última prueba se disputa en el RACE, y en principio, allí estaré para tratar de clasificarme para la final del Circuito.
En cuanto al campo, efectivamente, me pareció demasiado corto y encajonado entre calles estrechas, con muchos desniveles y greenes con unas pendientes increíbles.