El pasado sábado jugué uno de los torneos pertenecientes al Circuito de Madrid de Pitch&Putt, que se celebró en la Ciudad Deportiva Juan Antonio Samaranch de Colmenar Viejo.
Era la segunda vez que jugaba en este campo, aunque la primera fue hace dos o tres años. Se trata de un campo cortito, con los greenes bastante movidos y que se encuentra en un entorno idílico. Está incluido en un polideportivo de nueva creación y que se construyó en el límite donde, por el momento, terminan las viviendas del municipio. Lo que significa que, menos por un lado, por el resto está rodeado de campo, y mientras se juega, se puede escuchar el mugido de las vacas y el balar de las ovejas y ver volar a las cigüeñas cuyos nidos se encuentran en las inmediaciones.
Para terminar de ambientar, un ligera neblina y el cielo amenazante de lluvia, me hicieron sentir, lo que imagino, se debe sentir jugando en Escocia, la cuna del golf.
Todo esto, unido a que el campo se encontraba en perfectas condiciones y a que yo estaba jugando muy bien, hicieron que el disfrute del torneo fuera máximo.