El pasado sábado jugué en Golf Valdeluz el torneo «Súmmum Golf» perteneciente al Circuito Nacional.
Climatológicamente hablando fue un día perfecto para jugar al golf. Soleado, con una temperatura cálida, sin llegar a ser tórrida, y sin viento; lo que viene a ser un día primaveral a mediados de octubre.
El campo estaba espectacular, con los greenes un pelín rápidos y el resto, en perfectas condiciones.
La salida del torneo fue a tiro, a las 09:30h y según el listado de participantes, fuimos 85 jugadores en esta primera jornada del torneo, que se completó el domingo con un segundo día de competición.
A pesar de haber tantos jugadores en el campo, el ritmo de juego de nuestro partido fue más que aceptable.
Yo salía en el segundo partido del hoyo 14 (par 5, con un pequeño obstáculo de agua delante del green). Con el tercer golpe conseguí superar el obstáculo, aunque me pasé de fuerza (o de palo) y terminé el hoyo con bogey.
Ese mismo resultado me apunté en los hoyos 15 (par 3) y 16 (par 4) y eso que en la salida de éste último, tiré la bola totalmente desviada a la derecha acabando en la calle del hoyo 14.
El primer golpe en el hoyo 17 fue malo, pero además, visto el desarrollo del torneo, fue el único en el que me acompañó la mala suerte, pues la bola se quedó enganchada en el borde del obstáculo de agua, sin posibilidad de jugarla, por lo que me apunté lo que a la postre fue la única penalidad del día. Con todo, terminé el hoyo con doble-bogey.
La salida del hoyo 18 también fue mala, pero esta vez la suerte sí me acompañó para pasar el barranco y que, con el bote, la bola no se fuese por el fuera de límites de la izquierda. El segundo golpe fue un approach que tuve que tirar por encima del árbol que hay delante del green y que acabó en la parte alta del mismo, a unos cuatro metros de la bandera. Aunque con sufrimiento, amarré el par.
En el hoyo 1 (par 5, en el que se vuelve a cruzar el barranco), di el mejor golpe con el driver de todo el día. El segundo golpe fue tan bueno y tan largo, que la bola cayó en el búnker a la derecha del green un poco antes de la entrada. Por increíble que parezca, fue el único golpe desde la arena que tuve que dar, y aunque no fue bueno, conseguí dejar la bola en green y así poder patear para birdie. No era fácil, pues me encontraba a unos cinco o seis metros del hoyo, pero estuve a punto de embocar y el putt para par estaba hecho.
Llevaba dos pares seguidos, y como dice el refrán, «no hay dos sin tres». El tercer par llegó en el siguiente hoyo (par 3).
Las salidas de los hoyos 3 y 4 fueron bastante regulares, pero en ambos casos las arreglé con el tercer golpe, lo que me valió para obtener un bogey y un nuevo par.
Otros dos bogeys hice en los hoyos 5 y 6 y eso que en éste último (hándicap 1 del campo) estaba de dos golpes en las inmediaciones del green, y aún así tuve que embocar un putt de unos cuatro metros para conseguirlo.
En el hoyo 8 (par 4) me apunté el quinto par del día, gracias a un gran segundo golpe con el hierro 5, con el que llegué al green.
La buena suerte apareció de nuevo en los hoyos 9 y 10 para pasar el barranco. En ambos jugué una bola provisional que finalmente no necesité. Y en ambos conseguí salvar un punto con un triple-bogey y un doble-bogey, respectivamente.
A estas alturas del torneo ya llevaba 36 puntos stableford y me quedaban tres hoyos por jugar.
En el hoyo 11 (par 5) me apunté la primera y única raya en mi tarjeta del día.
Sin embargo, un bogey y un par en los hoyos 12 y 13 me auparon hasta unos increíbles (para mí) 42 puntos stableford.
Era la segunda vez en mi vida golfística que alcanzaba esta puntuación y en otra ocasión hice mi tope personal en 43 puntos, pero ambos resultados los había conseguido hacía mucho tiempo y jugando en un campo de Pitch&Putt.
La sensación agridulce y de pequeña decepción llegó cuando me enteré de que el ASC había sido de +1, lo que supuso para mí que, en vez de bajar 3 puntos de hándicap que son los que me correspondían por los 42 puntos conseguidos en el torneo, realmente la bajada fuese de 2,3 puntos siendo mi nuevo hándicap de 20,6 en lugar de los 19,9 que podrían haber sido.
El resumen del partido es: 6 pares, 7 bogeys, 3 doble-bogeys y 2 triple-bogeys. 91 golpes brutos y 66 netos. Con 36 putts, una única penalidad, un golpe desde el búnker y una sola raya en toda la tarjeta.
El próximo torneo será, seguramente, dentro de dos semanas y en un campo en el que no conozco todavía, pues se disputa en Golf Retamares una de las pruebas correspondientes al Circuito Premium que organiza Gambito Golf.