Aunque este blog nació para ir contando mi opinión y experiencia de los campos en los que voy jugando torneos de golf, hoy quiero hacer una mención especial a la increíble victoria de Sergio García en el Másters de Augusta. Ésta, junto con otras de Fernando Alonso, Pau Gasol, Perico Delgado o Rafa Nadal, ya se ha quedado grabada en mi memoria para siempre. ¡Qué ganas tenía de que Sergio ganase por fin un major!
Dicho esto, y si no hubiese sido por este hecho tan destacado del fin de semana, el título de la entrada de este blog habría sido muy distinto.
El pasado sábado jugué el trofeo «Race to Praga» patrocinado por tustorneosdegolf, que se celebró en el Nuevo Club de Golf de Las Matas.
Era la primera vez que jugaba en ese campo y, siento decir que, probablemente haya sido la última, al menos por un periodo largo de tiempo. Cierto es que el entorno es maravilloso y hay muchas casas espectaculares en las que tiene que ser una delicia vivir. Las vistas son preciosas y todo parece exquisito, pero el campo de golf… El campo de golf no es para mí. Con esas cuestas, todo el tiempo para arriba y para abajo, esas distancias de un hoyo a otro, los tiros ciegos en los que ni se ve la bandera, ni muchas veces la calle, en los que, con suerte, hay un palo al que apuntar. Y con esas calles estrechas en las que a la izquierda hay peligro y a la derecha hay muerte, o al revés. Este tipo de campos no son para mí.
Insisto, siento decirlo, pero este campo tiene una cruz al igual que la tienen El Robledal y Los Ángeles de San Rafael. Para mi gusto son primos hermanos, cada uno con sus cosas, pero los tres con ese denominador común que es el sufrimiento que he pasado jugando en ellos y por el que no me merece la pena volver.
Aunque antes de salir de casa imaginaba que iba a ser un día difícil por el hecho de ser la primera vez que jugaba en este campo, lo cierto es que todo se complicó mucho más, ya incluso desde el primer golpe.
La salida fue a tiro y yo salía desde el hoyo 17 (par 4). El primer golpe que di fue malo, a la derecha y contra la zona de arboleda y matorral. Primera bola perdida y primer golpe de penalidad.
Con la segunda bola llegué al ante-green de dos golpes, pero necesité tres putts para acabar el hoyo por lo que me apunté un triple-bogey en la tarjeta.
El siguiente hoyo, el 18, fue el mejor de la jornada. Llegué a green de tres golpes y con dos putts hice el único bogey del día.
En el hoyo 1 hice un doble-bogey tratando de ir siempre pegado al lado izquierdo de la calle pero sin salirme, porque salirse significa, con bastante seguridad, meterse en un lío.
El primer golpe del hoyo 2 (par 5) fue, prácticamente, uno de los últimos golpes correctos del día. Al ir a dar el segundo golpe recordé, más o menos, lo que había leído en casa acerca de este hoyo, y sabía que giraba mucho a la derecha. Tenía que decidir cuánto estaba dispuesto a arriesgar y jugué un palo intermedio que me permitiese avanzar, pero tratando de no salirme de la calle. El resultado fue un golpe malo que dio en un árbol y acabó con la bola en los matorrales. Jugué una bola provisional con idéntico resultado, así es que me fui a buscar las dos bolas. Encontré las dos, así es que jugué la primera. Primero tuve que sacarla de los matorrales y luego pegué un golpe muy bueno que, por desgracia, rozó en la rama de un árbol. Pensé que había pasado, pero nunca más supe de esa bola. Primera raya del día en mi tarjeta y comienzo del fin.
En los siguientes hoyos, del 3 al 7, solo conseguí tres puntos stableford, incluyendo cuatro dolorosos putts en el hoyo 6.
En toda la segunda vuelta que me quedaba, levanté bola en todos los hoyos excepto en el hoyo 12, que con un triple-bogey, conseguía arañarle un punto al campo.
El nivel de desesperación fue tal que estuve a punto de retirarme en varias ocasiones, pero no solo del torneo, sino de la práctica del golf.
A duras penas conseguí mantenerme en el campo y entregar mi tarjeta.
Sin embargo, mi pasión por el golf me ha hecho seguir para adelante, eso sí, buscando torneos en los que, saliendo las cosas razonablemente bien, pueda disfrutar de este maravilloso deporte.
Dicho y hecho. Una vez actualizado mi hándicap a 23,9, el próximo torneo lo jugaré el sábado 15 de abril en El Encín.