Torneo libre de doble-bogeys y tercer clasificado

El pasado sábado disputé la primera prueba del Circuito de Madrid de Pitch&Putt que se celebró en el campo de la Escuela de la Federación de Golf de Madrid.

El día, climatológicamente hablando, tuvo casi de todo: algo de frío a primera hora y ratos de calor cuando salía el sol, pero sobre todo, lluvia. Estuvieron cayendo chaparrones que duraban unos minutos y escapaba. Al poco rato, otro chaparrón y así durante todo el torneo.

Como el torneo era para jugadores de «segunda categoría» (aunque lo llamen así, la realidad es que era para jugadores con hándicap mayor de 20,3), hubo casi 100 inscritos, por lo que, la organización tuvo que disponer tres salidas a tiro, con la consecuente premura de tiempo debido a que estos días ya está anocheciendo alrededor de las 18:00.

Yo salía en el primer tiro, a las 9:00 y por el hoyo 4. Jugaba el torneo con siete puntos de ventaja y empecé el día con el primer bogey.

En el hoyo 5 cogí el primer green en regulación del total de 11 que hice a lo largo del torneo. Aparentemente esa estadística parece muy buena, porque significa que pateé para birdie hasta en 11 ocasiones, pero tiene como segunda lectura que, por mi nivel de juego, no suelen ser putts cortos. Una cosa es alcanzar el green desde el tee de salida y otra cosa es que sea capaz de dejar la bola suficientemente cerca de la bandera como para tener claras oportunidades de birdie.

De hecho, llegaba a green, pero los 34 putts finales que hice en el torneo, con tan solo seis bogeys, indican que no fue un gran día de putt para mí. Simplemente con haber hecho dos o tres putts menos (31 o 32, que no es una barbaridad) mi resultado hubiera sido extraordinario y hubiera ganado el torneo.

Sin embargo, la realidad fue que fui haciendo pares, algunos con solvencia, otros con algo de sufrimiento, trufados con algún bogey por aquí o por allá. Pero sin hacer ni un solo golpe horroroso que me metiese en verdaderos problemas. No toqué ni un bunker en todo el torneo y la única bola que se me desvío bastante a la izquierda fue en el hoyo 10, que tiene fuera de límites por ese lado, pero mi bola terminó cayendo cerca del borde del green a unos tres metros del fuera de límites. Al final necesité tres putts para acabar, en lo que era mi tercer bogey del día.

Hice dos nuevos bogeys en los hoyos 13 y 14. En el primero de ellos, de nuevo, tras necesitar tripatear para acabar el hoyo.

Y el sexto y último bogey lo hice en el hoyo 2, que era mi penúltimo hoyo del torneo. Así pues llegué al último hoyo con todo el abanico de posibles resultados abierto. Con un birdie, haría tres bajo par, pero con un triple-bogey o peor, haría dos sobre par.

La salida en ese último hoyo no fue la mejor. Toqué la bola de medio filazo, pero directa a la bandera. Estuvo a punto de entrar de un golpe, pero se paró a un metro y medio aproximadamente del hoyo. Desde ahí, cuesta abajo, por fin emboqué el único birdie del día después de haber pateado para birdie hasta en 10 ocasiones más como ya comenté.

Al final fueron 38 puntos stableford, lo que me valió para una bajada de seis décimas de hándicap, hasta 20,7 y tercer clasificado en la clasificación scratch con 59 golpes brutos.

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