El pasado sábado disputé el II Torneo Benéfico Ana Carolina Díez Mahou que se celebró en Montealvar Golf (antiguo Golf de Valdeluz).
La salida del torneo era a tiro a las 9:30 horas y yo salía por el hoyo 12 (par 3), pero para mí empezó mucho antes.
Concretamente empezó sobre las 5:30 horas cuando un calambre en el gemelo de la pierna derecha me despertó cuando llevaba solo unas 5 horas de sueño.
Desde ese momento no pude dormir nada más y realmente estuve pensando en no presentarme al torneo, puesto que me veía incapaz de andar un paso, como para andar 18 hoyos de golf.
Sobre las 6:30 horas decidí tomarme un antiinflamatorio con la esperanza de que me aliviase suficientemente el dolor.
Una hora más tarde y sin haber pegado ojo, finalmente me levanté, estuve estirando los gemelos y desayuné un café con leche (cosa que jamás hago) con dos tostadas, con el fin de no dormirme de camino al campo de golf.
Llegué al campo unos cuarenta minutos antes de salida y con tremendas dudas sobre cómo sería mi actuación con 5 horas de sueño, un antiinflamatorio para poder andar y un café que me ayudase a mantenerme despierto.
El día, además, se preveía asfixiante como así fue, aunque el campo se encontraba en bastantes buenas condiciones, salvo algunos trozos de algún green.
Ya comenté que salía por el hoyo 12 (par 3) y en esta ocasión se salía desde las barras amarillas, algo que no me ocurría desde hacía bastante tiempo en este campo. Empecé muy bien el torneo con dos pares en los dos primeros hoyos, el primero de los cuales tras una espectacular sacada de bunker con la que dejé dado el putt de par.
Evidentemente los resultados solo podían empeorar, pero fui capaz de agarrarme al campo y seguí sacando puntos con dos doble-bogeys en los dos siguientes hoyos y un bogey en el hoyo 16, con mucho sufrimiento y probando los obstáculos de arena en los tres hoyos.
Seguí con otro doble-bogey en el hoyo 17 y la característica raya del hoyo 18, en este caso, pasando el barranco, pero tirando la bola por las barras rojas que hay a la izquierda de la calle.
Para entonces llevaba 12 puntos stableford en siete hoyos, pero sin desesperación gracias a los dos pares de los dos primeros hoyos.
En el hoyo 1 (par 5) crucé el barranco con un gran golpe de drive e incluso alcancé el green de tres golpes, aunque necesité otros tres para acabar el hoyo con un buen bogey, para mí.
En el hoyo 2 (par 3) hice otra buenísima salida en línea a la bandera. La bola botó pasado el hoyo unos tres metros y ahí se quedó. Con dos putts conseguía el tercer par del día.
Volví a meterme en problemas en el hoyo 3, por el miedo que me provoca el agua y eso que había hecho otra salida larguísima y podía llegar fácilmente a green de segundo golpe. No me fui al agua, pero perdí un golpe en el intento de tirar a green. Un buen approach y un buen putt me permitieron acabar con bogey otro hoyo que se me había complicado tontamente.
En los dos siguientes hoyos me tocó sufrir y trabajar de nuevo por culpa en un caso de un golpe al suelo y en el otro un golpe contra una de las encinas que hay a la izquierda de la calle. Al final acabé con bogey y doble-bogey respectivamente y cuatro puntos más en mi tarjeta.
Uno de los hoyos en los que más se notó la diferencia entre salir de amarillas y de blancas fue en el hoyo 6 (par 4 y hándicap 1 del campo) ya que las barras amarillas restaban 30 o 40 metros al hoyo. Además mi salida fue una de las más largas del día, lo que me dejó un segundo golpe de unos 90 metros a la bandera. El segundo golpe también fue muy bueno y dejé la bola a poco más de tres metros del hoyo. Rocé el borde del hoyo con el putt de birdie, pero acabé con par y otros cuatro puntos en mi tarjeta.
Seguí haciendo buenas salidas en los hoyos 7 y 8, lo que me permitió sacar dos bogeys relativamente fáciles.
En los hoyos 9 y 10 hay que cruzar de nuevo el barranco. En el primero de ellos pensé que no lo había cruzado, pero finalmente sí lo había hecho y, de nuevo con sufrimiento, conseguí un nuevo punto con un doble-bogey. En el hoyo 10 salvé el barranco sin problema aunque mi bola acabó a la derecha de la calle. El segundo golpe, sin visión del green, fue muy bueno y con dos putts hice el quinto par del día.
Ya llevaba 36 puntos en mi tarjeta y me faltaba el último hoyo por jugar (hoyo 11, par 5). La salida fue larga aunque me fui a la derecha, a la calle del hoyo 17. Recuperé el terreno perdido con un gran segundo golpe y pude acabar el torneo con otro bogey que me reportó dos puntos más.
Al final fueron 38 puntos stableford, lo que me supuso una nueva bajada de hándicap hasta 23,6.