Balance positivo de suerte, aunque solo me sirvió para mantener el hándicap

El pasado sábado jugué el torneo perteneciente al Circuito Nacional organizado por Súmmum Golf, que se celebró en el campo de Golf de Valdeluz.
El día se presentó magnífico para la práctica del golf, con una temperatura máxima que rondó los 30 ó 31 grados, con una ligera brisa y algunas nubes que hicieron que la temperatura se mantuviese en esas cotas máximas.
El estado del campo era bastante bueno, aunque los greenes estaban llenos de pequeñas marcas de piques mal arreglados o, directamente, de piques sin arreglar. A pesar de eso, los greenes estaban bastante rápidos y muy divertidos de jugar.
La salida del torneo fue a tiro y yo salía en el segundo partido del hoyo 2. Al igual que hace dos semanas en La Dehesa, comencé el torneo con un par en este primer hoyo (par 3).

Seguí con bogey en el hoyo 3 y dos doble-bogeys seguidos en los hoyos 4 y 5. En este último hoyo (par 4) me di cuenta de una circunstancia que luego se volvió a repetir en alguna ocasión. Y era que estaba haciendo unas salidas centradas, pero cortas, del orden de 160 – 170 metros con el driver, y sin embargo, con la madera 3, desde el suelo, me estaba haciendo del orden de 180 – 190 metros.
En el hoyo 6 (par 4 y hándicap 1 del campo) me volvió a suceder, pero el segundo golpe fue tan bueno, que llegué a green. Al final necesité tres putts para acabar el hoyo y ese fue uno de los mayores problemas del día. En los 18 hoyos hice 36 putts y unos cuantos de ellos se quedaron a escasos centímetros de entrar, pero no quisieron caer. Sin embargo, en general, los putts largos se me dieron bastante bien, aunque los greenes estaban muy rápidos, como dije al principio, y de ahí el dato de dos putts por hoyo.
Seguí con buenos bogeys en los hoyos 7, 8 y 9. En éste último, así como en el siguiente, cruzando el barranco a duras penas y con algo de suerte. Pero, en el hoyo 10, me sirvió para hacer un nuevo par (el segundo del día) y firmar un resultado de 20 puntos stableford en los nueve hoyos que había jugado hasta el momento.
El hoyo 11 (par 5) se me suele dar bastante mal, y rara es la vez que no caigo en el obstáculo de agua que hay a la derecha, un poco antes del green. En esta ocasión, no iba a ser menos. Sin embargo, con un buen approach, después de dropar la bola, me dejé un putt de unos dos metros para doble-bogey y salvar un punto. Emboqué y noté el positivismo recorriendo mi cuerpo.
Ese positivismo se acentuó en el hoyo 12 (par 3 y hándicap 4 del campo) cuando el tercer par del día me reportaba 4 puntos stableford y me hacía sumar 25 puntos totales en 11 hoyos.
Súmmum Golf tenía instalada la carpa de avituallamiento justo en la salida del hoyo 13 y, aunque el jamón estaba riquísimo, casi muero al atragantarme con un trozo de pan y las burbujas de la Coca Cola.
Casualmente, después de pasar el susto, en el hoyo 13 hice la mejor salida de todo el torneo y con un buen segundo golpe, alcancé el green. Tenía a tiro otro par, pero el putt de birdie era muy cuesta abajo y no supe controlar la fuerza. Al final me tuve que conformar con otro bogey, que no era malo.
Ya quedaba un hoyo menos y seguía con un gran resultado que me permitía soñar con la bajada de hándicap.
Empecé el hoyo 14 (par 5) de la peor manera posible, con una desastrosa salida con la que perdí la bola entre los matorrales que había nada más pasar el tee de rojas. Y con todo fui capaz de presentarme en el green con mi sexto golpe y disponer de un putt de más de tres metros para sacar algo positivo. Emboqué, y la sensación claramente era de haber ganado un punto y no de haberlo perdido.
En el hoyo 15, me lié en un búnker, y de nuevo tenía un putt largo (no tanto como en el hoyo anterior) para doble-bogey y salvar otro punto.
La confianza seguía intacta, aunque la realidad de la tarjeta ya decía que llevaba 29 puntos en 14 hoyos.
Otro doble-bogey en el hoyo 16 me reportaba otros dos puntos y seguir yendo por encima de mi par y sin ninguna raya en mi tarjeta.
La primera raya llegaría justo en el hoyo siguiente, en el que tiré la bola fuera de límites por la izquierda y esta vez el putt que me hubiese permitido salvar un punto, no entró.
Con todo, en el hoyo 18, la suerte se volvió a aliar conmigo y, aunque en el golpe de salida, mi bola fue a parar contra la encina que hay nada más pasar el barranco, cuando llegué a buscar mi bola, comprobé que había pasado entre las ramas y tenía un golpe sin mayores problemas para alcanzar el green. Con otro par ya sabía que tenía 34 puntos stableford y el hándicap salvado. Y una oportunidad, aunque fuese difícil, de bajar hándicap con un nuevo par en el hoyo 1.
Al final, ni par, ni bogey, ni nada. Me apunté la segunda raya del día en mi tarjeta y acabé el torneo con los 34 puntos que ya tenía.
En cualquier caso, luego me enteré que el ASC había sido de +1, por lo que un par en el último hoyo me hubiese aupado hasta los 37 puntos stableford, pero tampoco me hubiese servido para bajar hándicap.
Ahora tocan vacaciones y volveré a los torneos para finales de agosto o primeros de septiembre.

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