Me gustó el nuevo Somosaguas

El pasado sábado jugué el último torneo de los que se han celebrado en el campo de Somosaguas antes del parón estival.

Hacía unos cuatro meses que no jugaba en este campo y aunque ya me habían comentado que habían hecho cambios en dos de los hoyos del recorrido, no los había visto in situ.

Desconozco las circunstancias que han obligado a realizar estos cambios, ni si se trata de algo temporal o permanente, pero lo cierto es que me pareció que han hecho un gran trabajo. Me gustó el campo más incluso que el recorrido habitual.

Bien es cierto que al haber convertido el único par 5 que había, en un par 3, el campo ha pasado de par 70 a par 66, pero por lo demás, los nuevos greenes estaban espectaculares y el campo en general estaba en perfectas condiciones.

Para terminar de comentar los cambios en el campo, decir que el hoyo 8 ha pasado de ser un par 4 de 347 metros desde amarillas a tener sólo 285 metros, lo que implica que, a buen seguro, habrá quien sea capaz de alcanzar el green o sus inmediaciones desde el tee de salida.

En cuanto al torneo propiamente dicho, empecé bastante bien con bogeys en los hoyos 3 (hoyo por el que salía), 4 y 5. Y doble-bogey en los hoyos 6 y 7. A partir de ese momento comenzó la irregularidad predominando los malos hoyos sobre los buenos. Por ejemplo, después de haber conseguido un buen bogey en el hoyo 10, en el siguiente hoyo, que tengo dos puntos en la tarjeta y se me suele dar bastante bien, en esta ocasión intenté tirar un poco más cerrado para no alargar el hoyo innecesariamente, y lo que ocurrió fue que me fui a los árboles de la izquierda y perdí la bola. Resultado: segunda raya del día en la tarjeta.

El primer par que hice fue en el hoyo 13 (par 3) después de una gran recuperación desde el bunker de la derecha.

En los siguientes dos hoyos di los dos mejores golpes del día. En el hoyo 14 (hándicap 2) necesité seis golpes para alcanzar el green, y aun tenía un putt de unos 8 metros para acabar. En ese momento sabía que tenia que embocar para salvar un punto en la tarjeta, así es que me dije: «a por todas». Y como se suele decir, «si te quedas corto, la bola no entra seguro». Efectivamente, tiré a no quedarme corto, y la bola entró en el hoyo y con la fuerza se salió, para, en el último momento, volver a entrar. Tremendo golpe para un pobre resultado (triple-bogey).

En el hoyo 15 llegó el otro gran golpe que comentaba. Hice una salida mediocre, enviando la bola a la derecha, en el límite entre los árboles y la calle del hoyo 8. Cuando llegué a mi bola, comprobé que había un hueco entre los árboles y que, con suerte, y si me salía un golpe con slice (que es mi fallo habitual), igual hasta podía quedarme cerca del green. Le eché valor, cogí el híbrido y me salió el golpe que necesitaba: largo, y con slice para evitar a los árboles. Increible golpe con el que dejé la bola a menos de un metro del borde del green.

La salida del hoyo 15 (par 3) estaba puesta a más de 180 metros según el gps, así es que decidí coger el driver. En este hoyo hay árboles tanto a izquierda como a derecha a pocos metros de la salida, dejando solo un pequeño hueco por el que pasar la bola. Mi golpeo con el driver fue ligeramente desviado a la izquierda, pero se veía que iba con slice. Llevaba la dirección y la fuerza indicada para llegar a green, pero la bola tocó en la última de las ramas de uno de los árboles de la izquierda y la frenó, cayendo finalmente a unos 30 metros del green.

Dejé para mi último hoyo de la vuelta (el hoyo 2), el segundo par del día. La salida fue correcta y el segundo golpe fue largo, aunque un poco desviado a la izquierda. Al final cayó en el bunker de la izquierda a unos tres metros de green y seis de la bandera. La arena se encontraba durita y llana y entre el bunker y el green había una pequeña cuesta abajo. Decidí patear desde el bunker y a punto estube de embocar un birdie increíble. Finalmente acabé con par, lo que me supuso cuatro puntos en la tarjeta.

A pesar de este último hoyo, el resultado final fue de unos pobres 25 puntos stableford y una décima más a mi hándicap (23,9).

Aún no he decidido si este ha sido mi último torneo hasta septiembre o si me animaré a jugar un torneo más antes de las vacaciones.

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